Un paraje natural, a orillas del río Palancia, rodeado de montañas rocosas y vegetación típica de la zona (pinos, chopos, carrascas, alcornoques, matorrales, baladre...), donde la erosión y el agua han construido una gran pared de piedra que deja entrever “figuras” que hacen volar la imaginación del que las recrea. Un lugar de descanso y recreo para los turistas, ya que cuenta con una zona ajardinada y de baño. Desde allí, se puede contemplar la espectacular cascada del Brazal, de 60m. de altura, y a cuyos pies se encuentra el antedicho “Salto de la Novia”, lugar de una hermosa leyenda.
Leyenda del Salto de la Novia: “Cuenta la historia que los amores que aquí se pronunciaran, antes de unirse en matrimonio, debían cumplir un ritual de amor. El salto de agua, el reloj, las peñas y las aguas del río Palancia, serían testigos de aquella promesa de amor.Aquel día, hace cientos de años, quizá miles, aquella mujer con cara de niña y grandes ojos, debía cruzar allí, donde el río se estrecha, donde la piedra ofrece su color plomizo bajo las estrellas. La fatalidad hizo que el hecho no se produjera, cayendo, en su afán al bravo río. Y en un intento supremo de amor; al procurar rescatarla, el joven amado, de fuertes brazos y tez morena, quedara abrazado a su amada. Sus jóvenes cuerpos, inertes y entrelazados, permanecieron bajo las aguas del Palancia, para nunca aparecer. Tan solo las noches de luna, cuando los luceros danzan en el firmamento, ella, la bella enigmática piedra y él, el viril y bravo río, se acarician mientras sus labios y miradas renuevan las promesas de amor eterno ante los corazones de nosotros, los humanos”.
El pantano del Regajo, fue construido en 1959 por la Confederación Hidrográfica del Júcar, con un importe de 32.228.256,42 ptas, para resolver el problema planteado por la falta de aguas para riegos en las huertas de Sagunto.
La vía verde de Ojos Negros se proyecta con el objetivo de ocio, recreo y aproximación a la naturalez y además se consolida como el itinerario peatonal habitual que sirve de conexión entre los habitantes de las zonas comarcales que atraviesa.
Torre circular árabe del s. XI que servía de torre vigía y de comunicaciones en las luchas que sostenían moros y cristianos. El edificio, perfectamente conservado, tiene una línea grácil y airosa, con figura tronco-cónica, de 15'50 m. de altura, 21 m. de circunferencia exterior en la base y 18'20 m. en lo alto, está coronada por 10 almenas de 1'5 m. de altura cada una. El cuerpo de la torre tiene cinco plantas, a las que se accede por una escalera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario